Lo que hace que la lencería femenina sea «sexy» no siempre es fácil de precisar. ¿Qué cubre? ¿Qué expone? ¿Es nostálgico y de la vieja escuela, o más vanguardista? Por ello, todos esos elementos y más entran en juego cuando se trata de comprender la intención detrás de la lencería a sexy de una mujer. Pues según muestra nuestra investigación, ha sido una «cosa» en el mundo occidental durante siglos. Aunque en formas muy diferentes.
Grandes momentos de la lencería femenina en la historia
En este artículo relataremos un poco de historia de la lencería femenina y sus grandes momentos. De esa manera, te iluminarás y verás cómo la lencería sexy ha cambiado con el tiempo. Por ende, haremos un recorrido desde los corsés de ballena de 1700 hasta las tangas de cola de ballena de la década de 2000.
Stays o Corsés: Década de 1700
Las estancias, también conocidas como corsés de ballena, eran elementos básicos de vestuario de todos los días para las mujeres «adecuadas» del siglo XVIII. Sí, esta ropa interior no se parece a los corsés bustier sexy de hoy, pero fueron esenciales para moldear la forma ideal del cuerpo. Con el objetivo de tener una cintura pequeña y senos levantados.
Asimismo, Colleen Hill señaló que el ritual ceremonial francés del toilette era una rutina matutina de desvestirse y vestirse frente a la cancha e implicaba una estadía. Por ello, las mujeres que realizaban el baño se demoraban en la ropa interior, insinuando la intimidad sexual y el voyeurismo involucrados. Esta lencería femenina se conocía como Corsé o Stays de Seda. Así como de Cinta de Seda o Hueso de Ballena, hacia 1770, posiblemente en Europa.
Lencería femenina en Corsé: Finales de 1800
El corsé en forma de S fue popularizado como una lencería femenina a principios del siglo XX. De hecho, este modelo empujaba los senos hacia adelante y arqueaba el pecho hacia atrás para acentuar las caderas.
Por otro lado, estos corsés victorianos eran extremadamente estrechos. Pero estaban construidos con diseños hermosos e intrincados. Por lo que se alentó a las mujeres con los medios económicos a comprar esta lencería femenina con tanto cuidado y pensamiento como lo hicieron con su ropa exterior.
Camisón transparente: Década de 1900
Los ajuares de novia siempre incluían camisones transparentes. Y a veces estos venían con la espalda baja, por lo que insinuaban más el cuerpo desnudo debajo. Sin embargo, los ajuares no eran solo para el placer de la noche de bodas. Pues cuanto más elaborados y extensos era esta lencería femenina, más rica se suponía que era la familia de la novia.
Cajones con entrepierna cerrada: Década de 1910
En la comedia en blanco y negro de 1937 Topper, la Sra. Topper quien era interpretada por Billie Burke, es aburrida, sobria y predecible. Y es por esas razones que pone en peligro su matrimonio. En consecuencia de ello, su esposo Cosmo interpretado por Roland Young, le presenta una lencería femenina. Esta consistía en un par de calzoncillos de encaje con entrepierna cerrada, lo más alto de la moda en lencería en ese momento.
Para poner esto en contexto, las mujeres anteriores a la era victoriana usaban cajones con entrepierna abierta. Pero no porque representaran la disponibilidad sexual. Sino porque solo los hombres usaban ropa interior con entrepierna cerrada en ese momento. Por lo tanto, la introducción de la ropa interior con entrepierna cerrada en el tocador de una mujer de clase media victoriana simbolizaba la disponibilidad sexual para su esposo. Debido a que rompía con la tradición y estaba claramente destinado a ser visto.
Slips: Década de 1920
Mientras diseñadores como Paul Poiret y Madeline Vionnet cambiaban la forma ideal del cuerpo de la mujer. En este caso, de reloj de arena a juvenil y recto, la lencería femenina que se usaba debajo también tuvo que cambiar. Imagínense el popular vestido flapper, pues ya no había necesidad de corsés ajustados y la ropa interior tenía que fabricarse para que fuera lo más invisible posible. En consecuencia, se usaron slinky slips, largos y cortos debajo de estos vestidos tubulares.
Cajones con entrepierna abierta: Años 30
Sí, las mujeres de clase media usaban calzoncillos con entrepierna abierta ya en el siglo XIX. No obstante, eso se debía solo a que esta característica distinguía sus bragas de las de los hombres. Sin embargo, en la década de 1930 los cajones con entrepierna abierta estaban de moda más como una forma de significar disponibilidad sexual y deseo erótico. Es más, este tipo de lencería femenina tenía una hendidura que ya sabes dónde.
Corselets: Años 50
Los corsés han sido diseñados para usarse debajo de los vestidos de noche. Generalmente, esta lencería femenina era sin tirantes y presentaban copas con aros para realzar los senos.
New Look: Años 50
La colección de moda «New Look» de Christian Dior se centró en vestidos, faldas y abrigos. Las mismas, tenían faldas súper amplias y creaban una silueta de reloj de arena. Más allá de las medias correderas de enagua, el busto también era una parte prominente del look. Algo que significaba que los sujetadores se armaban y estructuraban para empujar hacia arriba y formar un escote contra los escotes pronunciados. Característicos de una lencería femenina esencial.
Anuncios de PinUp: Años 50
El pin-up era un motivo común en los anuncios de ropa íntima y lencería femenina a mediados del siglo XX. De hecho, la modelo del póster siempre tendría una pose sugerente, con las caderas y el pecho sobresaliendo. Además de mostrarse sometiéndose a la mirada del espectador y comunicándose alto y claro: Compraste estos corsés y bustiers para que los vieran, no para esconderlos. Obviamente las promociones de lencería motivaban a las mujeres a comprarlas y así es como las grandes marcas empezaron a surgir.
Ropa interior sin ropa interior: Años 60
En 1965, el diseñador de moda Rudi Gernreich presentó un No-Bra, fabricado por Lily of France. Este estilo de lencería femenina no solo era transparente, sino que también promovía el aspecto sin sujetador de la década de 1960 liberada sexualmente. Asimismo, este sujetador minimalista no tenía metal ni alambres. Además de estar disponible solo en copas A y B, ya que no brindaba mucho soporte.
Lencería femenina Victoria’s Secret: 1977
Victoria’s Secret fue fundada por Roy y Gaye Raymond de San Francisco en 1977. Entonces, Roy le dijo a Newsweek que sucedió antes de fundar la tienda. Y relató, cuando traté de comprar lencería femenina para mi esposa, me enfrenté a estantes de batas de felpa y feos diseños florales. Por ello, imprimí camisones de nailon y siempre tuve la sensación de que las vendedoras de los grandes almacenes pensaban que yo era una intrusa indeseada.
En los años 70 y 80, las mujeres solían comprar dos tipos de ropa interior. Estas eran prendas de base sencillas y desaliñadas en los grandes almacenes. Así como piezas más caras para ocasiones especiales, como las lunas de miel. Finalmente, cuando Victoria’s Secret ingresó al mercado trajo tangas de encaje asequibles y sostenes de satén acolchados a los consumidores de clase media. Pues se ubicó en la familiaridad de sus propios centros comerciales y convirtió la lencería femenina sexy en algo más cotidiano.
«Star Wars: El regreso del Jedi»: 1983
En su papel de princesa Leia, Carrie Fisher usó un icónico bikini de hilo de metal hecho con un sujetador de cobre estampado. Al igual que en tenía una parte inferior hecha de cobre en la parte delantera y un taparrabos de seda roja en la parte posterior. De igual forma, Fisher se había quejado de que la túnica holgada que vestía en la película ocultaba su físico. Puesto que, poco sabía ella que el disfraz de bikini se convertiría en un ícono sexual por sí solo.
Asimismo, Philip Chien en Wired escribió: «No dudo que la vista de Carrie Fisher en el traje de baño dorado de ciencia ficción quedó grabada en el sudoroso subconsciente de una generación de fanboys que llegaban a la pubertad en la primavera de 1983». Pero, este disfraz no era solo un PinUp nerd. Es más, la princesa Leia era poderosa, de voluntad fuerte y una heroína para muchas chicas.
Lencería femenina de Peluches: Años 80
El osito de una pieza se recomendó para la ropa de dormir en la década de 1980. Además, los estilos de lencería femenina clásica volvieron a ser populares. Luego de pasar de moda en la década de 1960. De hecho, las mujeres profesionales que usaban trajes poderosos inspirados en la ropa masculina con hombreras gigantes para trabajar, a menudo usaban ropa interior sexy de encaje. Esto, lo hacían como recordatorio de su feminidad.
Sujetador de cono Jean Paul Gaultier de Madonna: 1990
Durante su gira Blond Ambition, Madonna presentó muchos conjuntos icónicos. Entre ellos, estaba incluido su brassier de cono Jean Paul Gaultier, que se vendió por 52.000 dólares en 2012. La blusa de satén con pechos cónicos hizo una fuerte declaración contra el ideal de suavidad del feminismo. Y por supuesto, Madonna era sexy con su sostén rosa claro. Pero su identidad sexual estaba arraigada en su propia agencia y la de nadie más.
Agente provocador: 1994
En 1994, Agent Provocateur abrió su primera tienda en Londres. Esta resultó una combinación de lencería femenina sexy de inspiración retro con precios y aspiraciones de diseñadores. El cofundador Joseph Corré, hijo de la pionera del fetiche de la moda del rock ‘n’ roll Vivienne Westwood, estaba claramente motivado. Pues quería hacer de Agent Provocateur tanto sobre sexo como sobre prendas fundamentales. En consecuencia, quería vender látigos junto con braguitas de bikini. Sin embargo, el alto precio El punto de la marca lo mantuvo aspiracional.
Lencería femenina «Sr. y Sra. Smith»: 2005
Angelina Jolie usó un vestido de látex convirtiéndola en la última mujer fatal, como si eso no estuviera ya establecido antes. Ciertamente, el conjunto inspirado en dominatrix, completó con medias de rejilla, y se suavizó caprichosamente con lazos de color rosa pastel. Igualmente, Jolie se enamoró de Brad Pitt en el set y así es como comenzó uno de los mayores romances de todos los tiempos. Nos gustaría pensar que esta lencería femenina tuvo algo que ver con eso.
Legislación sobre lencería: 2005
La Cámara de Delegados de Virginia votó 60-34 a favor de prohibir la exhibición intencional de ropa interior por debajo de la cintura. La cual era vista de una manera lasciva o indecente. Entonces, el patrocinador del proyecto de ley creía que era un «voto por el carácter». Afortunadamente, el proyecto de ley fue rechazado en un comité del senado estatal. Pero, ello demostró la creencia generalizada de que la ropa tiene implicaciones morales.
Lencería femenina «Fácil A»: 2010
Emma Stone, en su papel de la virginal Olive Penderghast, decide abrazar su nueva reputación inducida por los rumores como la vagabunda de la escuela. En ese papel, vestía un corpiño de encaje negro con una A escarlata en el pecho, en homenaje a The Scarlet Letter. No obstante, uno se pregunta qué era más escandaloso si usar lencería femenina como ropa de abrigo en la escuela secundaria o usar una letra escarlata. De cualquier manera, el corpiño simbolizaba la negativa de Penderghast a convertirse en una flor de pared. Por ende, si la gente quería hablar sobre su vida sexual, ella también se iba a disfrazar.
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